lunes, 3 de noviembre de 2008

¿Donde pasará la eternidad?

Hola ¿Cómo estás?
Este mensaje es muy importante, pues
Tu destino eterno depende de lo que hagas con el.
Espero que saques tres minutos para leerlo.
Dios te bendiga mucho.




¿Dónde pasará la eternidad?

Pero ¿como puedo saber eso?
– se pregunta.

Gracias a Dios, según la Biblia, no solo puede saberlo, sino que puede escoger donde va a pasar la eternidad.

Todos creemos – o por lo menos la mayoría de nosotros dice creer – que la Biblia es la palabra de Dios. Creemos en la eternidad y sabemos que la vida es corta. La Biblia pregunta: “¿Qué es su vida? Ustedes son como la hierba, que aparece por un momento y luego se desvanece” (Santiago 4:14)


Muchos dicen creer en el cielo y e el infierno, pero desafortunadamente demuestran poca preocupación por su destino eterno. Nos preocupamos mucho más por esta vida que por la venidera, a pesar de saber que la eternidad no tiene fin. La palabra de Dios describe la eternidad como algo “que es por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22:5).

Deténgase a pesar en lo siguiente….la eternidad, que es por los siglos de los siglos, en el paraíso perfecto llamado cielo o en los terribles tormentos del infierno.

Seguramente estamos de acuerdo en que tiene sentido prepararse para la eternidad ahora, antes de que sea tarde para siempre. Dios dice: “está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio” (Hebreos 9:27).

Quizás usted diga: “bueno, yo creo en Dios, asisto a la iglesia y llevo mi vida lo mejor que puedo. ¿Qué más puedo hacer?”
El creer en Dios, asistir a la iglesia y hacer nuestro mejor esfuerzo es admirable; pero de acuerdo a la Sagrada Biblia, la palabra de Dios, estas cosas no pueden llevarnos al cielo. Según Dios, la pertenencia a la iglesia, el bautismo, la confirmación y nuestras buenas obras tampoco nos consiguen la vida eterna
.

Pero Dios ha dado repuesta al asunto de la vida y la muerte, el cielo y el infierno, una repuesta tan simple que a menudo la pasamos por alto.

Una noche, el líder religioso Nicodemo acudió a Jesús en busca de ayuda. Jesús le dijo: “tienes que nacer de nuevo”, y amplió esto para incluirnos a todos nosotros diciendo enfáticamente “de veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. (Juan 3:3) Quizás bastante dogmático, pero esas son la palabras de Cristo.

Es posible que hoy en día algunos, al igual que Nicodemo, pregunten:” ¿Cómo puede uno nacer de nuevo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?” (Juan3:4). Pero Jesús responde: “lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del espíritu es espíritu” (Juan3:6), diciendo nuevamente que es preciso experimentar un renacimiento espiritual para entrar al cielo – “tiene que nacer de nuevo” (Juan3:7)

¿Ha nacido usted de nuevo? ¿Ha experimentado este renacimiento espiritual? Según la Biblia eso es lo que determinará su destino eterno.

Para aquellos que verdaderamente quieran saber como nacer de nuevo, he aquí la respuesta que la palabra de Dios da.

Tenemos que reconocer que somos pecadores, que todos hemos violado las leyes de Dios. La Biblia dice: “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”….No hay un solo justo, ni siquiera uno….No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque….si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad…si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros”(Romanos 3:23,10; Eclesiastés 7:20; 1 Juan
1:8,10).

Tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados. La Biblia dice que Dios “manda a todos, en toda parte que se arrepientan”. (Hechos 17:30). Jesús dijo: “todos ustedes
Perecerán, amenos que se arrepientan” (Lucas 13:3)

Y no es tan difícil arrepentirse si nos podemos a pensar en lo que nuestros pecados le han costado a Dios. Fue por nuestros pecados que Dios, el Creador y Rey de este universo, dejó su morada celestial y descendió a la tierra en la persona de Cristo para sufrir, derramar su sangre y morir, para que fuésemos perdonados.

“En esto conocemos lo que es el amor: En que Jesucristo entregó su vida por nosotros” (Juan 3:16). Luego Jesucristo resucitó de entre los muertos, probando su victoria sobre el pecado y la muerte.

Tenemos que recibir a Cristo como nuestro Salvador en nuestra vida. Hablando del Señor Jesús, el primer capítulo del evangelio según San Juan dice: “El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. Mas a cuantos los recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” (1 Juan 1:10-12).

En el momento en que abrimos el corazón a nuestro Señor Jesucristo y ponemos nuestra confianza en El-y solo en El – como nuestro Salvador, Dios promete perdonar nuestros pecados, Salvar nuestras almas y reservarnos un sitio en el cielo. Entonces, basándonos en la autoridad de la palabra de Dios, podemos saber donde pasaremos la eternidad. Dios dice: “Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijos de Dios, para que sepan que tienen vida eterna “(1 Juan 5:13). Y Jesús promete.”ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida” ( Juan 5:24)

¿Está usted dispuesto a poner en orden el asunto de su destino eterno? ¿Lo hará? Puedo hacerlo en este mimo instante y espero sinceramente que lo haga.


Arthur Demos